El Peugeot 205 GTi cumple 40 años, pero sigue siendo uno de los compactos más deseados
Con sólo 105 CV era capaz de ofrecer sensaciones extremas gracias a su bajo peso
- Peugeot 205 GTi
Cuando Gérard Welter dio vida al Peugeot 205 GTi hace 40 años, ni se imaginó la repercusión que tendría ni la huella que marcaría este modelo tanto en la marca francesa como en el sentimiento de los amantes del motor.
El 205 GTi era pura competición, tanto por su estilo como por sus prestaciones. Welter, diseñador y jefe de una escudería de vehículos para carreras de resistencia desde 1969, con un récord de velocidad en las 24 Horas de Le Mans aún vigente, supo sintetizar toda su experiencia en la versión más extrema del compacto francés.
Lo hizo tomando como base el 205 con su diseño redondeado, sin aristas, y sus líneas dinámicas. Tan sólo un año después del lanzamiento del éste llegaba al mercado en marzo de 1984 el GTI. Un modelo mucho más radical en su aspecto, en su composición y en sus prestaciones, con un motor de 105 CV que hacía volar a un coche tan ligero como el 205.
De esta manera Peugeot presentaba su candidatura en la alocada ‘competición’ que existía en los años 80 en el segmento de los automóviles urbanos compactos, para ofrecer el mayor número de caballos en el vehículo con menor peso y dimensiones. Además, en el momento en el que el 205 GTi llegó a las carreteras, los ingenieros de Peugeot ya estaban trabajando en versiones más potentes, con 115 CV e, incluso, 130 CV.
La versión más extrema del GTi, con el sello oficial de la marca y el respaldo y la garantía de su división de competición, Peugeot Talbot Sport (PTS), se ofrecía a través de un kit específico. Como en el 505 Turbo Injection, el cliente compraba el coche con las prestaciones originales y se ponía a su disposición un kit para alcanzar los 125 CV, que debía instalar en un taller especializado y que posteriormente debía homologar. Así es como nació el icónico 205 GTi Kit PTS 125. Esta pequeña bomba de relojería ofrecía los 125 CV a 6.900 rpm, y tenía un par de 140 Nm a 4.800 rpm, consiguiendo hacer el 0-100 Km/h en 8,5 segundos, y alcanzar una velocidad máxima de 205 Km/h.
En el 87 llegó una nueva generación del 205 GTi con dos motorizaciones: 1.6 GTi, que llegaba a los 115 CV y el 1.9 GTi, que alcanzaba los 130 CV. Además de por su potencia, estas dos versiones se diferenciaban por detalles como los frenos de disco en las cuatro ruedas, en el 1.9 o sólo en las delanteras en el 1.6 o la tapicería, la mitad en cuero a bordo del 1.9 y de tela en el 1.6. Incluso se puso a la venta una versión cabrio del 205 GTi, diseñada ni más ni menos que por Pininfarina y comercializada como 205 CTi.
El 205 GTi es sin duda uno de los modelos más icónicos de Peugeot, y una referencia en el pasado deportivo de la marca, junto a otros modelos como el 205 Rallye o el 205 T16 que logró notables éxitos en el Mundial de Rallies y el Dakar, lo que afianzó la imagen del león como marca de altas prestaciones, capaz de ofrecer sensaciones y emoción al volante. Una fama a la que también contribuyeron otras versiones, como el Peugeot 205 Rallye.
